Mens sana in corpore sano: una vez más volvemos a recurrir a la dieta sana y equilibrada, no sólo durante la vida que vivimos, sino haciendo un hincapié significativo durante el embarazo, pues la dieta en el primer trimestre del embarazo es fundamental para la buena salud del bebé una vez nacido.
Es necesario seguir las recomendaciones oportunas del especialista que esté controlando la gestación para que se suceda sin problemas
Un equipo de investigación de la Universidad de las Islas Baleares se ha centrado en la tendencia a la obesidad en los bebés varones nacidos de madres que han realizado dieta en su primer trimestre del embarazo.
El equipo del profesor Andreu Palou, ha basado el estudio en roedores, el modelo animal más aceptable para poder extrapolar datos a seres humanos. Han podido comprobar la hipótesis planteada y es que los ratones nacidos de las hembras con dietas hipocalóricas (en un 20% de lo normal), tras 6 meses de vida, habían adquirido un peso excesivamente mayor que aquellos que provenían de madres alimentadas con dieta normal. De la misma forma que, también, se ha visto que en hembras se produce ese exceso de peso pero no es tan acusado como en varones.
En definitiva, parece que el hecho de llevar una alimentación irregular durante el embarazo puede generar defectos futuros en la asimilación de las grasas en el bebé y tener problemas de obesidad en la edad adulta, así que lo mejor es llevar una dieta sana y equilibrada para poder estar saludable la futura mamá y por supuesto, el futuro bebé.
Para ello, es suficiente con seguir las recomendaciones del ginecólogo y los demás especialistas que estén llevando el embarazo y de esa forma, poder estar saludable sin carencias y sin excesos de ningún tipo.
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