Los transplantes de tejido ovárico pueden llegar a dar embarazo sin ningún tratamiento.
Una mujer da a luz a dos bebés tras realizarle un transplante de su propio tejido ovárico.
Una vez superado el Sarcoma de Ewing que la afectaba y el cual la dejó en un estado de menopausia por la quimioterapia recibida, la paciente fue transplantada con parte de su propio tejido ovárico, extraído y congelado antes de aplicarle la quimioterapia y fue capaz, en un primer lugar de quedar gestante mediante un tratamiento de fecundación in vitro, y seguidamente de forma natural, dando a luz sin nada que resaltar, a dos niñas sanas, respectivamente.
Esta paciente aún tiene tejido ovárico congelado, con el que podrá asegurar su fertilidad, casi en la totalidad de su vida reproductiva.