¿En qué consiste la espina bífida y qué consecuencias tiene?

Por (embrióloga).
Actualizado el 04/01/2023

La espina bífida es un defecto congénito del tubo neural, tubo que permite la formación de la médula espinal y del cerebro.

Esta alteración neurológica se produce cuando la columna vertebral no se cierra correctamente durante el proceso de gestación. Especialmente, la espina bífida aparece durante el primer trimestre del embarazo.

El pronóstico de la espina bífida dependerá del tamaño, la localización y las complicaciones que ocasione al recién nacido. Cuanto más arriba esté la afección en la columna vertebral, peor será el pronóstico y mayor la gravedad.

¿Qué es la espina bífida?

La espina bífida es cuando la columna está dividida en dos partes. Se trata de un defecto congénito causado por un cierre incompleto del tubo neural, el cual da lugar al cerebro y la médula espinal.

La formación del tubo neural ocurre al comienzo del embarazo y se suele cerrar unos 28 días después de la concepción. En cambio, si el bebé desarrolla espina bífida, una parte del tubo neural no termina de cerrar.

La severidad de la espina bífida varía desde leve hasta grave, ya que dependerá del tamaño y del tipo de defecto.

¿Qué tipos de espina bífida existen?

Existen distintos tipos de espina bífida en función del nivel de gravedad de la misma. A continuación, se comentan cada uno de ellos:

  • Espina bífida oculta: es el tipo de espina bífida menos grave, ya que, en muchas ocasiones, apenas presenta síntomas e incluso muchas personas desconocen que la padecen. Se trata de una pequeña abertura en las vértebras. Puede existir, algún tipo de marca en la zona como un hoyuelo, vellosidades, una mancha, etc. aunque no suele requerir tratamiento alguno. En caso de que este tipo de espina bífida presente síntomas, éstos pueden ser cierta debilidad en las piernas, atrofia en el pie, deformidad de los pies, incontinencia urinaria, etc. La médula no está dañada de ahí que no se considere grave.
  • Meningocele: se caracteriza por la presencia de un quiste con líquido y que permite que se vea parte de la columna. Si los nervios no se han dañado el pequeño podrá continuar con su vida normal. Este tipo de espina bífida requiere cirugía para corregirla. El meningocele es muy poco frecuente.
  • Lipomeningocele: aparece en forma de tumor de grasa cubierto de piel. El lipomeningocele suele presentar problemas de incontinencia urinaria.
  • Mielomenigocele: se trata del tipo de espina bífida más común y, desgraciadamente, el que registra mayor gravedad de todos. Se observa la presencia de un quiste que contiene membranas, nervios y en ocasiones, parte de la médula que puede quedar en el exterior. La ubicación de dicho quiste marca la gravedad del problema (si se encuentra en la parte más alta es más grave). La intervención quirúrgica es de vital importancia en estos casos para evitar infecciones.

Aparte de esta clasificación, los defectos del tubo neural se pueden diferenciar entre abiertos y cerrados.

Consecuencias

La espina bífida conlleva toda una serie de graves problemas para el recién nacido. Existen distintos tipos dentro de la patología en función de la gravedad de la misma. Algunos de los problemas más importantes son:

  • Parálisis de las piernas.
  • Hidrocefalia: el cerebro produce acumulación de líquidos.
  • Dificultades en el aprendizaje.
  • Problemas urinarios e intestinales.
  • Problemas cardíacos.
  • Problemas ortopédicos.

Además, si los nervios sensitivos resultan afectados, el bebé presentará pérdida de la sensibilidad al frío o al calor. Otras de las posibles consecuencias de la espina bífida son los problemas de estreñimiento y digestiones más lentas. Los recién nacidos con espina bífida también pueden tener problemas de la visión, de la piel y respiración alterada mientras duermen.

Causas y factores de riesgo de la espina bífida

El motivo exacto por el que surge este trastorno de la espina bífida no se conoce en su totalidad. Existen estudios que parecen indicar que existe una combinación de factores genéticos, nutricionales y ambientales.

Además, la espina bífida también se relaciona con un déficit de ácido fólico, al igual que otros defectos del tubo neural. Sin embargo, algunos especialistas apuntan hacia factores de riesgo para la espina bífida como los siguientes:

  • Edad de la madre.
  • Abortos previos.
  • Obesidad.
  • Diabetes mal controlada.

No está claro que la espina bífida sea hereditaria, aunque los antecedentes familiares suponen un factor de riesgo para esta afección. Además, la administración de ciertos medicamentos durante el embarazo, como los anticonvulsivos, pueden provocar anomalías en el tubo neural.

¿Cómo se diagnostica?

Existen varias pruebas diagnósticas durante el embarazo que permiten evaluar si el feto tiene espina bífida:

Análisis de sangre
se determinan los niveles de alfafetoproteína (AFP) y otros marcadores en la sangre materna que informan acerca del riesgo de este tipo de afecciones neurológicas. Normalmente, si el feto tiene una alteración como la espina bífida, los niveles de AFP en la sangre de la embarazada son elevados. Sin embargo, esta prueba no confirma completamente el diagnóstico de espina bífida.
Ecografía prenatal
este estudio es más preciso que la analítica de sangre para el diagnóstico de la espina bífida.
Amniocentesis
esta prueba permite obtener una muestra de líquido amniótico para ser analizada. En caso de ser detectada alfafetoproteína en el líquido amniótico, se diagnosticaría un defecto del tubo neural abierto. Sin embargo, si hubiera una alteración del tubo neural cerrado no detectaría.

En cualquier caso, detectar un posible defecto en el tubo neural a tiempo, permite la planificación del parto. Habitualmente, los especialistas optan por un parto mediante cesárea si existe un diagnóstico de espina bífida, aunque dependerá de casa situación en particular.

Tratamiento

En la actualidad, no se ha cesado de investigar en torno a esta enfermedad. La finalidad del manejo de la espina bífida es evitar posibles infecciones y preservar los nervios afectados.

La mejor opción de tratamiento dependerá de la edad gestacional del bebé, el grado de severidad de la espina bífida y las expectativas de evolución de la afección.

La cirugía ayudará a reparar y cerrar la lesión, así como tratar la hidrocefalia. El problema de la hidrocefalia se corrige mediante la colocación de una válvula que drene la acumulación de líquidos en el cerebro. Los problemas intestinales y urinarios también se pueden mejorar mediante intervención quirúrgica.

No obstante, la cirugía no mejorará la función muscular o la recuperación de la sensibilidad. Además, hay bebés que no tienen que ser operados para manejar la espina bífida, sino que se recurre a un tratamiento no quirúrgico.

Normalmente, las personas que padecen espina bífida necesitan, en muchas ocasiones, usar silla de ruedas o muletas por los problemas que poseen en las extremidades inferiores. Por ese mismo motivo, hay que tener en cuenta la adaptación para facilitar, de la mejor manera posible, que puedan llevar una vida normal. En la mayoría de casos, requerirán también de rehabilitación.

Preguntas de los usuarios

¿Qué incidencia tiene la espina bífida?

Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga).

En general, los defectos del tubo neural son las alteraciones más frecuentes en los recién nacidos. La incidencia de la espina bífida en España ronda los 8 por cada 10.000 nacidos vivos, aunque estos datos varían de un país a otro.

¿Se puede prevenir la espina bífida?

Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga).

Una forma fácil y sencilla de prevenir la espina bífida se basa en tomar ácido fólico desde antes de quedar embarazada hasta el primer trimestre.

Se trata de una vitamina del complejo B que tiene un importante papel en el proceso de multiplicación de las células. El ácido fólico está presente en determinados alimentos, pero a veces, es necesario mayor suplemento. En cualquier caso, no se debe administrar ácido folículo sin previa indicación médica.

¿Existe relación entre la espina bífida y la alergia al látex?

Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga).

Sí. Muchos de los bebés y personas adultas que padecen espina bífida tienen alergia al látex. Por ello, estarían desaconsejados el uso de objetos hechos de caucho natural, tales como los teteros o los chupetes de goma, por ejemplo.

Lecturas recomendadas

Una de las posibles pruebas diagnósticas de la espina bífida hemos comentado que es la amniocentesis. Si deseas obtener más información acerca de esta prueba prenatal, te recomendamos visitar el siguiente artículo: La amniocentesis: ¿cuáles son sus indicaciones y posibles riesgos?

Además, los bebés que nacen antes de la fecha esperada, tiene más posibilidad de desarrollar otras afecciones. En el siguiente enlace tienes mucha más información al respecto: ¿Qué es un bebé prematuro? - Causas, cuidados y complicaciones.

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Bibliografía

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Preguntas de los usuarios: '¿Qué incidencia tiene la espina bífida?', '¿Se puede prevenir la espina bífida?' y '¿Existe relación entre la espina bífida y la alergia al látex?'.

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Autor

 Marta Barranquero Gómez
Marta Barranquero Gómez
Embrióloga
Graduada en Bioquímica y Ciencias Biomédicas por la Universidad de Valencia (UV) y especializada en Reproducción Asistida por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en colaboración con Ginefiv y en Genética Clínica por la Universidad de Alcalá de Henares (UAH). Más sobre Marta Barranquero Gómez
Número de colegiada: 3316-CV

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