Evitar las lesiones mientras cuidas al bebé

Por (embrióloga).
Actualizado el 12/12/2014

Cuando nacen los hijos, nace también todo un sinfín de tareas físicas que pueden provocar más de una contractura. En el caso de la mujer, es importante tener en cuenta los cambios físicos producidos durante el embarazo que han transformado una musculatura que debe ir recuperándose durante los días y semanas siguientes al parto.

A continuación tienes un índice con los 7 puntos que vamos a tratar en este artículo.

En los primeros días del puerperio el cansancio físico, los dolores asociados a una posible cesárea o las molestias del parto vaginal en la mujer, la falta de sueño y la intensidad de las emociones que se viven pueden llevar a que espalda y hombros se resientan.

Jugar e inventar

A continuación haremos un repaso de aquellas situaciones más comunes en la crianza del bebé y del niño pequeño que conllevan en ocasiones un reto físico para padres y madres y su adaptación a los nuevos roles.

Amamantar o dar el biberón

Hay que cuidar la posición tanto de la madre como del bebé para que éste pueda succionar bien: su tripa tiene que estar en contacto con la tripa de la mamá y su cabeza alineada con su cuerpo. Además, lo correcto es acercar el bebé al pecho y no el pecho al bebé. Padres y madres deben elegir una postura cómoda sea cual sea el tipo de alimentación que reciba el bebé.

Transportar al bebé

Se ha extendido el uso de fulares y mochilas portabebés, cuya diferencia es que los fulares permiten una postura más ergonómica del bebé y reparten mejor su peso al transportarlo. El bebé toma una posición más similar con la que tenía en el útero, con la espalda en forma de C, las rodillas flexionadas por encima de las caderas y separadas entre sí.
Bañar al bebé

Circular con la silla de paseo

Es importante adaptar los agarres de la silla a la altura de la persona que la lleva para que queden por encima de las caderas y evitar las posturas que lleven a encorvar la espalda.

Recoger juguetes

Es necesario tomar conciencia de que vamos a agacharnos muy a menudo a recoger los juguetes y demás objetos que el bebe vaya dejando tras de sí durante su crecimiento. Debemos cuidar de nuestra espalda e intentar adelantar una pierna con respecto a la otra para que la pierna de delante reciba más peso y tome fuerza al incorporarnos.

Alzar al bebé

Para levantarlo hay que doblar un poco las rodillas, evitar la inclinación con las rodillas rectas y sacar fuerza del abdomen para proteger las lumbares y la espalda. Cuando se coge al bebé de la cuna hay que intentar desbloquear las rodillas y pegar el bebé al cuerpo antes de incorporarnos.

En el baño

Las típicas bañeras de patas de tijera con cambiador ayudan a mantener posturas erguidas al bañar al bebé en los primeros meses de vida. Conviene que mientras estamos de pie bañando al bebé podamos tener un pequeño taburete para descansar una de las piernas permitiendo así descansar la zona lumbar.

Cuando pasan a la bañera tradicional hay que ponerse de rodillas junto a la bañera poniendo debajo una toalla o un cojín. Al cogerlos es mejor acercarse lo más posible a ellos, doblar ligeramente las rodillas y apoyarlas si es posible al borde de la bañera.

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Autor

 María Rodríguez Ramírez
María Rodríguez Ramírez
Embrióloga
Grado en Biología y Grado Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico por la Universidad de Valencia (UV). Más sobre María Rodríguez Ramírez

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