Revista médica certificada por la WMA, ACSA, SEAFORMEC, HON.
Estudios de fertilidad femenina
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Estudios de fertilidad femenina

Entre los exámenes más habituales para diagnosticar infertilidad o esterilidad femenina, se encuentran los siguientes:

Análisis hormonal
se analizan hormonas como la FSH, el estradiol, la LH, la progesterona y la AMH (hormona antimülleriana), que son las principales hormonas sexuales femeninas, a fin de comprobar la funcionalidad de los ovarios y la hipófisis de la paciente.
Histerosalpingografía (HCG)
también denominada uterosalpingografía, se trata de una prueba diagnóstica que permite observar la estructura del útero y valorar la funcionalidad de las trompas de Falopio. Se observan mediante rayos X y un medio de contraste líquido radiopaco. Gracias a la HSG es posible detectar malformaciones uterinas, salpingitis, hidrosalpinx, miomas, pólipos, etc.
Estudio del cariotipo
es un estudio cromosómico cuyo objetivo es hallar posibles alteraciones relacionadas con la fertilidad de la mujer, ya sean alteraciones numéricas (número incorrecto de cromosomas) o estructurales (la estructura se encuentra alterada). Se realiza mediante un análisis de sangre.
Pruebas ginecológicas
se incluyen la citología vaginal y la ecografía transvaginal. Con la citología o test de Papanicolaou se puede comprobar si existe alguna infección o alteración en las células del cuello del útero que pueda influir en la fertilidad de la paciente. Mediante la ecografía, se puede visualizar el útero y hacer un recuento de los folículos antrales del ovario.

Normalmente, todas estas pruebas se realizan cuando la mujer acude a la consulta médica anunciando un posible problema relacionado con su fertilidad, tras haber estado un año intentándolo sin éxito. Si se trata de una mujer de 36 años o más, se recomienda solicitar estas pruebas a los seis meses de intentarlo sin que llegue el embarazo.

Por (ginecólogo), (ginecólogo), (embrióloga), (embrióloga), (ginecólogo) y (embrióloga).
Última actualización: 01/06/2018