Los cereales y la patata, el grupo de los farináceos, deben formar parte de la dieta de la embarazada. Este tipo de alimentos deben llegar a ocupar un cuarto del plato, quedando la mitad del plato reservada para las verduras y hortalizas y el cuarto restante para los alimentos ricos en proteínas.
En cuanto a los cereales, se deberá optar por las opciones integrales, para evitar el consumo de harinas refinadas. De este modo, se aumentará el aporte de fibra, tan importante para aliviar el estreñimiento durante el embarazo junto a la hidratación y a mantenerse activa.
Finalmente, se deberá evitar consumir las patatas fritas, ya que tienen un elevado aporte de calorías y sal.
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Por Silvia Azaña Gutiérrez (embrióloga).
Última actualización: 16/10/2023
