Dejando de fumar, mejorando nuestra alimentación y practicando actividad física con regularidad podemos remediar las graves consecuencias que muchos de ellos nos pueden producir. Sin embargo, los efectos beneficiosos de estas buenas costumbres pueden tardar en aparecer, retrasando con ello la consecución de nuestro objetivo, en este caso, ser padres.
Cuando una pareja acude a un centro de reproducción asistida y presenta algún problema derivado de un mal hábito en su estilo de vida, el médico debe aconsejar que se haga un cambio previo a la realización de cualquier tratamiento de fertilidad, ya que con ello los resultados reproductivos mejorarán y se evitarán riesgos innecesarios para la paciente y el futuro niño.
Puedes leer el artículo completo en: Influencia del estilo de vida en la fertilidad y reproducción asistida ( 85).
Por Andrea Rodrigo (embrióloga), Dr. Javier Domingo del Pozo (ginecólogo), Dra. Marta Sánchez-Dehesa Rincón (ginecóloga), Marta Barranquero Gómez (embrióloga) y Zaira Salvador (embrióloga).
Última actualización: 11/09/2023