Silvia Azaña, embrióloga de Reproducción Asistida ORG, nos habla en este vídeo acerca de los posibles consejos para mejorar las náuseas y los vómitos durante el embarazo:
Es habitual que la mujer se pregunte qué puede hacer para no vomitar en el embarazo. Las náuseas y vómitos de la gestación pueden prevenirse o aliviarse si la embarazada pone en práctica alguno de estos remedios o consejos: comer poca cantidad, pero de manera frecuente, beber líquido en sorbos pequeños, pero a menudo, optar por alimentos suaves y blandos (una buena opción son los alimentos nutritivos con proteínas y carbohidratos complejos: pan integral, cereales integrales, legumbres, patata...), evitar las grasas, los fritos y los alimentos picantes o muy condimentados. No tomar las comidas ni las bebidas demasiado calientes (ya que quizá se toleran mejor los alimentos y los líquidos fríos). Dejar en la mesita de noche una galleta (las de tipo cracker o saladas suelen funcionar) y comérsela por la mañana en ayunas antes de levantarse de la cama. Probar diferentes maneras de preparar mismo alimento (es posible que un mismo alimento con otra textura se tolere mejor). Tratar de encontrar un desencadenante de las náuseas, como por ejemplo un alimento o incluso ciertos olores, para así evitarlo (en el caso de que sea un olor, es recomendable mantener los espacios bien ventilados). No tumbarse justo después de haber comido. Y consultar al especialista acerca de la toma de jengibre (por ejemplo en cápsulas) o de vitamina b6, ya que pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Finalmente, es muy importante que la embarazada no se automedique nunca y que consulte con el médico la situación antes de tomar cualquier medicamento.
Si las náuseas y vómitos son intensos y no mejoran con estos remedios, o si hay pérdida de peso, la embarazada deberá acudir al especialista. En este caso, puede tratarse de hiperémesis gravídica, pero se realizará una valoración para descartar otras posibles causas.
De igual modo, la embarazada debe acudir cuanto antes el especialista si hay presencia de sangre en el vómito o si las náuseas se producen junto a otros síntomas como fiebre o dolor abdominal.