Los niveles de progesterona desempeñan un papel crucial en el ciclo menstrual y son especialmente relevantes en el contexto de la reproducción asistida. Durante la menstruación (la regla), los niveles de progesterona son generalmente bajos, típicamente inferiores a 1 nanogramo por mililitro (ng/mL). La pared uterina se libera de toda la progesterona producida anteriormente – y por eso cae la sangre - y se prepara para un nuevo ciclo.
En cambio, en la fase lútea del ciclo que es la que sigue a la ovulación, existe un aumento en los niveles de progesterona. Esto es debido a que, tras la ovulación, el folículo que ha producido dicha ovulación persistirá en el ovario formando una estructura llamada “Cuerpo lúteo”, éste producirá liberación de progesterona por parte del ovario durante un par de semanas favoreciendo la receptividad del endometrio para un posible embarazo. Si hubiese implantación embrionaria, es decir, un embarazo, el cuerpo lúteo seguirá trabajando y produciendo progesterona. Los valores considerados normales en esta fase suelen oscilar entre 2 ng/mL y 25 ng/mL. Es importante destacar que estos valores pueden variar ligeramente según el laboratorio y la técnica de medición utilizados.
En el contexto de la reproducción asistida, es esencial evaluar los niveles de progesterona para asegurar una fase lútea adecuada, ya que la progesterona es crucial para el mantenimiento del revestimiento uterino y un ambiente propicio para la implantación del embrión. Por eso, una monitorización precisa de los niveles hormonales en las diferentes fases del ciclo menstrual puede proporcionar información valiosa sobre la salud reproductiva y guiar el enfoque del tratamiento.