En los primeros días de embarazo, la mujer no notará ningún síntoma, ya que hay que tener en cuenta que las semanas de embarazo se cuentan, generalmente, a partir de la fecha de la última regla (FUR) y no a partir del momento de la concepción.
Una vez que se ha producido la concepción, en los primeros días es posible que la mujer tampoco note nada en especial, ya que el embrión es aún muy pequeño y aún no se han producido los cambios hormonales típicos del embarazo.
Por tanto, no será hasta, aproximadamente, la cuarta semana de embarazo cuando el embrión implante en el útero y la mujer pueda comenzar a notar ciertos síntomas. Entre ellos, el más característico es la ausencia de la regla, pero también puede notar cambios en los pechos, leucorrea (flujo vaginal aumentado), sangrado de implantación, cansancio, mareos y náuseas...