El embarazo es un estado de la persona y no una enfermedad, por ello no debe tratarse de esta forma a no ser que haya alguna presunción de que algo no va correctamente.
Las mujeres con el síndrome antifosfolípido deben tenerlo presente, a la hora de buscar el embarazo, por el peligro que conllevan las tromboembolias tanto venosas como arteriales y las consecuencias que esto puede tener en el feto.
Si se conoce y se trata, como hemos visto en el artículo, no hay porque padecer puesto que es una enfermedad autoinmune que, por suerte a día de hoy, puede controlarse en cierta medida.
Por Lucía Burguera (profesional de medios de comunicación en línea).
Última actualización: 30/11/2010