¿Qué es la placentofagia?
Se conoce por el nombre de placentofagia al hecho de comer la placenta después del parto.
La placenta contiene pequeñas cantidades de oxitocina, que calma el estrés y provoca que los músculos de las células mamarias se contraigan para sacar la leche, y prostaglandinas, que estimulan la involución del útero.
La mayoría de los mamíferos placentarios practican la placentofagia y se está extendiendo también a los humanos, sobre todo en Europa y Estados Unidos.
Algunos expertos aseguran que la placenta no tiene propiedades nutritivas una vez que se ha extraído del útero. Sin embargo, otros piensan que no es tan descabellado pensar que comer la placenta es beneficioso, ya que el resto de los mamíferos lo hacen. No hay estudios científicos que respalden su consumo. Por este motivo, se ha intentado frenar esta práctica.
Muchas mujeres no han tenido un control prenatal, por lo que es posible que tampoco hayan realizado pruebas de hepatitis o VIH. Por otro lado, la placenta puede contaminarse por virus y bacterias cuando es expulsada, por lo que puede causar infecciones si se consume.
Una sentencia asegura que puede contener la bacterias Staphylococcus aureus, presente en la vagina de un 10% de las mujeres. No obstante, las empresas que las comercializan aseguran que son seguras ya que la placenta se congela tras el nacimiento y que siempre se revisa el historial de la paciente.
