Lo habitual es colocar la cabeza y parte superior de su tronco sobre el antebrazo, sujetando o bien su hombro o bien la parte baja de su tronco con la mano. Así, queda la otra mano libre para poder acariciarlo y pasarle la esponja, limpiando con delicadeza su cuerpecito.
Como puedes ver, la mano que aguanta la bebé es la que sujeta su cabeza y hombros, por lo que debes ponerla en una posición que te permita un fuerte agarre, sin hacerle daño y sin que esté incómodo.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Cómo es el desarrollo del bebé mes a mes? – Cuidados especiales ( 71).

Andrea Rodrigo
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida, impartido por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Postgrado de Experto en Genética Médica.