Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo la mejor forma de planificarse si vas a iniciar un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) con ovodonación:
Si vas a realizar un tratamiento de ovodonación, seguro que te resulta muy útil conocer cómo se planifica todo el tratamiento de modo general para poder organizarte.
El primer paso es que contactes con la clínica que hayas elegido para llevar a cabo tu tratamiento. Conocer cuanto antes que deseas comenzar tu ovodonación con ellos, les permitirá ponerse en marcha para buscar a la donante de óvulos más adecuada para ti. Esto es esencial, ya que puede haber unos plazos más o menos largos hasta que puedan asignarte a la donante más adecuada. En principio el plazo es más corto si tus rasgos físicos son habituales respecto a si tus rasgos son menos comunes, ya que la clínica trata de garantizar la mayor similitud con la donante.
Es posible que tengas que tomar durante unos días anticonceptivos para sincronizar tu ciclo con el de donante en el caso de recibir óvulos en fresco y de realizar una transferencia también en fresco. Sin embargo, lo más habitual es que aunque recibas óvulos en fresco, los embriones se vitrifiquen y realicen la transferencia en un ciclo posterior sustituido. Por ello, una vez vitrificados los embriones cuando te baje tu próxima regla acudirás a consulta para comprobar que todo está okay para comenzar el tratamiento de preparación endometrial.
Para preparar el endometrio se administran estrógenos durante aproximadamente unos 15 días en los que acudirás a la clínica un par de veces más para controlar cómo va engrosando el endometrio. Cuando tenga el aspecto adecuado, programarán tu transferencia embrionaria y, generalmente, 5 días antes de la transferencia iniciarás también la administración de progesterona.
La transferencia embrionaria es un procedimiento rápido sencillo y podrás salir al poco rato de la clínica haciendo vida normal, sin grandes esfuerzos.
Y ya solo quedaría una visita a la clínica unos 12 días después, llenos de nervios y dudas, cuando vayas a realizarte la prueba de embarazo que deseamos sea positiva.