Silvia Azaña, embrióloga de Reproducción Asistida ORG, nos habla en este vídeo acerca de cuándo puede aparecer un flujo vaginal anormal. Tal y como nos cuenta Silvia:
Cuando una mujer nota un aumento en el flujo vaginal, un olor fuerte o un cambio en la consistencia y coloración, puede ser indicio de una infección.
La vaginosis bacteriana se produce por la proliferación de ciertas bacterias que habitan normalmente en la vagina. Esto produce un flujo blanquecino, grisáceo o, incluso, amarillento, verdoso, con un olor fuerte como a pescado.
La candidiasis vaginal es una infección causada por hongos que se encuentran en la vagina cuando hay un desequilibrio y estos aumentan su población. Esto produce un cambio en el flujo vaginal que puede ir de una secreción de color blanquecino, ligeramente acuosa, a una secreción blanca, espesa, abundante y de aspecto similar al requesón.
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual de origen bacteriano. Solo algunas mujeres van a presentar síntomas, como un flujo blanquecino, amarillento, grumoso y con olor fuerte.
La gonorrea es otra enfermedad de transmisión sexual que puede producir cambios en el flujo, como que este se torne más amarillento, aunque es frecuente que no produzca síntomas.
La tricomoniasis es de otra enfermedad de transmisión sexual que puede producir un flujo amarillento, grisáceo o, incluso, verdoso que puede ser espumoso y con mal olor.
Finalmente, un flujo con aspecto amarronado o rosáceo por un sangrado que no está relacionado con la menstruación, es motivo de consulta al especialista para descartar cáncer de cuello de útero.
Por tanto, ante cualquier cambio en el flujo vaginal, hay que acudir al especialista y, en función de la causa, pondría el tratamiento más indicado.