El test genético preimplantacional (PGT) es una herramienta avanzada en el campo de la reproducción asistida que puede ser especialmente considerada en tratamientos de fecundación in vitro (FIV) con doble donación de gametos. Aunque el uso de gametos de donantes suele implicar un menor riesgo de trastornos genéticos, dado que los donantes son generalmente jóvenes y han pasado por rigurosos controles de salud, el PGT puede ofrecer beneficios adicionales.
Primero, el PGT permite examinar los embriones para detectar anomalías cromosómicas antes de su transferencia al útero. Esto es especialmente relevante, ya que incluso los gametos de donantes jóvenes y saludables no están exentos de riesgos de anomalías genéticas. Por lo tanto, el PGT puede aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento, asegurando la transferencia de embriones genéticamente sanos.
Segundo, en casos donde los pacientes tienen historiales médicos particulares o preocupaciones específicas, como enfermedades genéticas en la familia, el PGT puede adaptarse para buscar estas condiciones, aunque la probabilidad de que ocurran con donantes seleccionados sea baja.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el PGT no es una garantía de embarazo y no elimina todos los riesgos genéticos. Además, el proceso implica pasos adicionales en el tratamiento de FIV, incluyendo la biopsia de embriones y, en algunos casos, puede prolongar el tiempo hasta la transferencia embrionaria.
En conclusión, la decisión de utilizar el PGT en tratamientos de FIV con doble donación debe ser individualizada y basada en una evaluación detallada de los beneficios y riesgos. Es fundamental que los pacientes discutan sus opciones con su equipo de especialistas en reproducción asistida, quienes podrán ofrecer asesoramiento específico basado en sus circunstancias particulares y objetivos de tratamiento.