Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de decidir hacer una fecundación in vitro (FIV) con óvulos propios o una ovodonación:
Lo más habitual es que esta situación de tener que elegir entre una FIV con óvulos propios o una ovodonación se produzca cuando la mujer tiene más de 40 años y su reserva ovárica (es decir, la cantidad de óvulos que aún tienen sus ovarios en ese momento) ya está comprometida y es bajita.
Pero también es importante recordar que con la edad no disminuye solo la cantidad de óvulos, sino que también se ve afectada su calidad. Y esto es fundamental para valorar tus probabilidades de éxito.
Debido a que la tasa de ciertas alteraciones cromosómicas aumenta con la edad, si vas a optar por una FIV con óvulos propios, lo más indicado sería realizar un test genético preimplantacional (PGT, antes conocido como DGP).
¿Qué puede ocurrir? Pues que como la reserva ovárica es bajita, lo más común es contar con pocos embriones. Además, este número de embriones se verá aún más reducido tras recibir los resultados del PGT, puesto que lo más probable es que no todos sean aptos para transferir por alteraciones cromosómicas. Incluso, puede suceder que no se consiga ningún embrión o que ninguno sea apto para su transferencia según el informe del PGT, siendo necesario cancelar el ciclo sin que haya sido posible realizar transferencia.
Teniendo todo esto en cuenta, la tasa de éxito es mucho mayor con una ovodonación, pero es cierto que no es fácil dar este paso y renunciar a aportar tus propios óvulos.
Hay quien prefiere hacer un ciclo de FIV con PGT antes de pasar a ovodonación. No obstante, es recomendable que valores si estás preparada mental y económicamente, ya que, como hemos mencionado, las posibilidades de éxito son bajas.
Por otro lado, si aceptar la ovodonación no te supone un problema, puedes recurrir directamente a ella por sus mayores tasas de éxito.
No dudes en consultar todas tus preocupaciones y dudas con tu gine, está ahí para ayudarte.
Y recuerda que puedes encontrar claves súper útiles para tu tratamiento de reproducción asistida en nuestra Guía Fertilidad con Cabeza.