En el desayuno se podría ofrecer una tostada de pan integral como fuente de hidratos de carbono, por ejemplo, con tomate natural. Otras opciones como la bollería industrial, aunque más rápidas y accesibles, tienen gran cantidad de azúcares y grasas no saludables.
Para añadir grasas que sí son saludables, se puede poner aceite de oliva en la tostada o untar un poco de aguacate.
También se puede tomar un lácteo, como leche (entera o semidesnatada), yogur (sin azucarar ni edulcorar) o, por ejemplo, añadir un poco de queso en la tostada.
El zumo, aunque sea natural, se debe evitar. Siempre es mejor ofrecer la pieza de fruta fresca y que se la tomen a bocados. Incluso, será más atractivo si se mezclan trozos de fruta de varios colores.
Lo que no haya tomado en el desayuno, será una buena idea para el almuerzo.