La vitrificación de ovocitos es una técnica de reproducción asistida en la que se estimulan los ovarios para obtener el mayor número de óvulos posibles y poderlos congelar para utilizarlos en el futuro.
Esta técnica consta de una primera fase que consiste en estimular el desarrollo de los ovocitos en los ovarios mediante medicación. Durante la estimulación ovárica, el tamaño del ovario aumenta significativamente. Esto puede provocar hinchazón en el vientre y sensación de pesadez. Dicho crecimiento, si fuera exagerado, hace que el ovario gire sobre sí mismo, produciéndose así lo que denominamos torsión ovárica. Este hecho es una urgencia médica que normalmente se tiene que tratar quirúrgicamente.
Por esta razón durante el tratamiento se recomienda limitar los movimientos bruscos incluyendo las relaciones sexuales, especialmente en la fase final de la estimulación que es cuando los ovarios adquieren mayor tamaño.
También, una respuesta exagerada a la fase de estimulación puede provocar lo que denominamos: síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO). Los síntomas más frecuentes son las náuseas y vómitos, diarrea, distensión abdominal, e incluso, en los casos más graves, retención de líquido en el abdomen y el pulmón.
La segunda fase del tratamiento es la punción ovárica, que es el proceso mediante el cual podemos sacar los óvulos de los ovarios. Es una pequeña cirugía que normalmente se realiza con anestesia. Al tratarse de un proceso sencillo y no invasivo, la probabilidad de que surjan complicaciones es baja. Pese a ello, en un 0.5% de pacientes existe el riesgo durante la punción folicular de que se produzca una lesión en los vasos sanguíneos causando una hemorragia.
Normalmente estas hemorragias se autolimitan y no requieren intervención médica, por esta razón se recomienda reposo en las primeras 24 horas tras la punción. Desafortunadamente, en algunos casos es necesaria una intervención quirúrgica para poder coagular el ovario.
Otra complicación muy rara de la punción ovárica es una infección pélvica que suele ser tratada con la administración intravenosa de antibióticos.
Por otro lado, la anestesia podría generar algunos efectos secundarios, principalmente náuseas, vómitos o alteración de la presión arterial, pero no suele representar una situación de riesgo.
La ultima fase de un tratamiento de vitrificación de óvulos es el momento en el que estos óvulos se descongelan y utilizan. A este nivel hay que recordar que es probable que no todos los óvulos sobrevivan a la descongelación. Las tasas de supervivencia tras desvitrificación dependen en parte de la edad de la paciente en el momento de la vitrificación, pero en general superan el 85% de supervivencia.
