Aunque morfológicamente un embrión tenga buen aspecto, puede ocurrir que genéticamente no sea normal y dar lugar a fallos de implantación al transferirlo al útero o, lo que es peor, que tenga lugar un embarazo no viable que termine en aborto espontáneo.
También puede pasar que implante un embrión con alguna cromosomopatía o alteración genética compatible con la vida y, finalmente, nazca un bebé con alguna enfermedad grave.
Gracias al DGP, se pueden seleccionar aquellos embriones genéticamente sanos antes de su transferencia al útero, reduciendo las tasas de aborto y aumentando las de recién nacido vivo.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Cuál es el procedimiento del diagnóstico genético preimplantacional? ( 126).
Zaira Salvador
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Biotechnology degree en la National University of Ireland en Galway (NUIG) y embrióloga con el Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Número de colegiada: 3185-CV