Antes de una ovodonación se suele pedir a la pareja masculina el estudio del cariotipo en sangre.
La prueba de cariotipo examina el tamaño, la forma y el número de los cromosomas. Los cromosomas son las partes de las células que contienen genes. Los genes son partes del ADN que se heredan de la madre y el padre.
Las personas normalmente tienen 46 cromosomas, divididos en 23 pares, en cada célula. Un cromosoma de cada par proviene de la madre, y el otro cromosoma proviene del padre.

A nivel seminal se puede pedir el test de fragmentación del ADN espermático. La fragmentación se define como la presencia de roturas en el ADN (molécula que contiene toda la información genética en el esperma y en todas nuestras células). La molécula de ADN está compuesta por dos cadenas que forman una doble hélice. Dichas roturas pueden presentarse en una de las cadenas, lo cual se llama fragmentación simple, o en las dos, cuyo concepto sería fragmentación doble.
La fragmentación simple suele ir asociada a los aumentos de tiempo para conseguir el embarazo de forma natural, ciclos fallidos de FIV y una menor tasa de concepción. Por su lado, la doble fragmentación está relacionada con que se den abortos de repetición o la calidad embrionaria de los ciclos sea baja, ya que tras la fecundación, el ovocito no puede “solucionar” esta anomalía que presentan los espermatozoides, apareciendo así efectos negativos tanto en el desarrollo embrionario o en el transcurso de un embarazo.
Gracias al análisis que hace esta prueba, pueden salir a la luz cualquiera de los dos tipos de fragmentación mencionados anteriormente. Si la fragmentación de esperma está alterada en el eyaculado, dependiendo del tipo que predomine, el tratamiento propuesto será diferente.
