IVI Alicante responde a nuestros lectores
Hay varios tipos de causas que pueden dificultar la correcta implantación del embrión:
- Problemas uterinos. La presencia de una patología uterina puede condicionar la implantación de los embriones. Siempre se trata de descartar la existencia de la misma (pólipos, miomas, adherencias intrauterinas…) antes de llevar a cabo un tratamiento de reproducción.
- La calidad intrínseca de los embriones transferidos. Los embriones de mayor calidad tienen más posibilidades de implantar.
- Problemas derivados de la ejecución de los tratamientos de reproducción asistida. El ejemplo más claro es la elevación importante (más de 3000 pg/mL) de los niveles de estradiol en sangre.
No hay ninguna medida específica que las pacientes puedan tomar, salvo seguir las indicaciones específicas que su médico les dé con respecto a la medicación. Es cierto que, en ocasiones, se recomienda evitar esfuerzos o realizar reposo relativo tras la transferencia. Es una medida que, desde el punto de vista psicológico, ayuda a hacer sentir a los pacientes una plena implicación en su ciclo.
Las citoquinas son proteínas que regulan las interacciones entre distintas células del organismo y, por lo tanto, contribuyen al “diálogo” entre las mismas. Es lógico pensar que esa interacción o diálogo entre el endometrio y el embrión está modulado, entre otras, por ese conjunto de proteínas llamadas citoquinas. Su función es clave, y cada día se va entendiendo un poco mejor cuál es el papel que juegan y cuál es su auténtica relevancia.
El tratamiento idóneo es aquel con el que se consigue generar embriones de buena calidad, con ausencia de circunstancias que disminuyan sus posibilidades de implantar. Además, hay que contar con una correcta transferencia de los mismos al interior del útero.
Cabe destacar que hoy en día, y debido a los grandes avances en materia de criobiología (vitrificación de ovocitos y/o embriones), se ha conseguido que el impacto negativo que pueden tener las circunstancias derivadas de la hiperestimulación ovárica controlada sea menor, dado que se puede diferir la transferencia de los embriones a un ciclo natural en lugar de transferir en circunstancias de niveles elevados de estrógenos, ambiente más fisiológico para la implantación embrionaria y para el que está diseñada la implantación en el organismo humano.