IVI Barcelona responde a nuestros lectores
La visión borrosa puede ser un síntoma de preeclampsia, enfermedad propia del embarazo que ocasiona un aumento de la presión arterial (hipertensión), retención de líquidos y pérdida de proteínas en la orina (proteinúria). La preeclampsia suele producirse en el último trimestre del embarazo, y además de la visión borrosa, existen otros síntomas como zumbido de oídos, dolor de cabeza y náuseas.
Otra complicación visual común es la aparición de cuadros de migraña,, ya que durante la gestación los ojos se vuelven más sensibles a estímulos que desencadenan los dolores de cabeza.
Como consejo, los oftalmólogos recomiendan las revisiones periódicas durante el embarazo y el uso de gafas de sol para proteger los ojos de los rayos ultravioletas.
Cuando se produce embarazo, el organismo lo detecta de forma que evita que se presente la regla en los siguientes meses.
Una de las preocupaciones más frecuentes de las mujeres embarazadas es saber cuándo volverán a tener la menstruación tras el parto. El tiempo de espera de la regla cuando se da a luz varía mucho en función de si la mujer amamanta al bebé o no.
La lactancia materna es un periodo anovulatorio. Al principio no se produce ovulación porque las tomas de leche son cada dos horas. Conforme se vayan espaciando las tomas, el organismo vuelve a producir las hormonas necesarias y se comienza a ovular. En ocasiones se ovula, pero no se produce menstruación como tal hasta más tarde. Por tanto, si se da el pecho, será necesario emplear métodos anticonceptivos para no quedar de nuevo embarazada durante la lactancia. Lo más habitual es que la menstruación vuelva a los 4 o 6 meses después del nacimiento del bebé.
Si la mujer no opta por la lactancia del bebé, la menstruación aparece antes. Esto suele ocurrir cerca de los dos meses tras el parto.
Es una elección muy personal, depende de cómo vayas a sentirte. Los expertos en psicología recomiendan que sí se explique y se trate el tema con total naturalidad. En la sociedad, cada vez somas más conscientes de que nada tiene que ver el hecho de ser madre o padre con aportar un óvulo o un espermatozoide.
No, aunque los embriones sean de otra pareja no existe incompatibilidad por rechazo, desde el punto de vista inmunológico el embarazo es una situación muy especial. Las defensas no actúan contra el bebé, permitiendo que se desarrolle en el interior del útero materno.
La donación de ovocitos es una técnica de alto rendimiento que permite conseguir el embarazo en el 60% de los ciclos que se realizan y llega a tasas acumuladas de embarazo superiores al 90% en tan sólo 3 intentos. Su rendimiento es independiente de la edad de la mujer, lo cual lo convierte en una magnífica solución para todas aquellas mujeres, tengan la edad que tengan, a las que les han fallado los tratamientos convencionales. En realidad, el único requisito que necesita la mujer es tener un útero sano y estar en buen estado de salud, por lo que no conviene realizarla en mujeres más allá de los 50 años.
En España, la donación es anónima por ley y creo que así debe de mantenerse. Por todos son conocidos los problemas que la pérdida del anonimato ha causado en el Reino Unido, donde la donación de gametos prácticamente ha desaparecido, obligando a sus ciudadanos a emigrar a países como España para realizarse dichos tratamientos.
Últimamente se ha debatido mucho en los medios de comunicación sobre el posible incremento de las donaciones de gametos, tanto óvulos como espermatozoides, debido a la crisis económica. Sin embargo, la realidad es que seguimos teniendo listas de espera de pacientes para entrar en nuestro programa de donación de ovocitos.
Hay que tener en cuenta que tan solo el 20% de las mujeres que consultan para donación de óvulos acaban donando en realidad.
La donación de semen es mucho más simple y existen bancos de semen con muestras más que suficientes para nutrir toda la demanda. Debemos tener en cuenta, además, que las necesidades de semen de donante se han reducido en un 80% desde la introducción del ICSI o microinyección espermática, que es una técnica que permite fecundar un óvulo con un sólo espermatozoide, de manera que incluso en los hombres con alteraciones seminales severas conseguimos que puedan fecundar con su propio esperma.
En la actualidad, la principal indicación de semen de donante es para tratamiento de mujeres sin pareja masculina.
Las indicaciones de la ovodonación son, por un lado, el tratamiento de fertilidad de aquellas mujeres que han perdido la función ovárica (menopáusicas, fallos ováricos, mujeres a las que se les ha realizado una extirpación quirúrgica de los ovarios, etc) y, por otro lado, el tratamiento de mujeres que mantienen la función ovárica a las que les ha fallado la fecundación in vitro (mujeres con baja reserva de óvulos, mala calidad de los óvulos, mujeres añosas, etc).