Desde que en 1935 Stein y Leventhal describieran la patología de siete mujeres sin menstruación, con hirsutismo y con un aumento en el volumen del ovario, el síndrome se ha descrito bajo diferentes criterios clínicos, analíticos, histológicos y ecográficos y esto ha limitado mucho la valoración de pacientes con esta patología ya que durante mucho tiempo no se sabía cómo debíamos definir el síndrome de ovario poliquístico.
El nombre SOP no deja de ser un nombre inapropiado para una patología puramente hormonal, y que no asocia, aunque lo indique su nombre, quistes a nivel ovárico. Es el trastorno endocrinológico más frecuente en la mujer y afecta al 4-10% de las mujeres en edad reproductiva.
Ecográficamente, las pacientes con ovario poliquístico suelen asociar una imagen característica del ovario, generalmente aumentado de tamaño y con múltiples folículos de pequeño tamaño localizados en la periferia, a nivel subcortical.
En el momento actual, aún no se puede identificar una causa clara para el desarrollo del SOP. Sabemos que puede existir una asociación familiar, ya que la hermana de una mujer con esta patología, tiene un 40% más de posibilidades de presentar esta enfermedad.
Un aspecto importante del Síndrome del Ovario Poliquístico es que las pacientes con este diagnóstico asocian una historia familiar de diabetes y enfermedades cardiovasculares, por lo que la información al respecto y la recomendación de hábitos de vida saludable son básicas en el manejo terapéutico de estas mujeres.
