Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo cómo suele afrontar un hombre un tratamiento reproductivo:
Ante un diagnóstico de infertilidad en una pareja heterosexual, sea cual sea la causa, el hombre también experimenta una mezcla de emociones que pueden ser difíciles de gestionar. Frustración, rabia, incertidumbre, ansiedad... Incluso, su autoestima puede verse afectada, ya que erróneamente se ha relacionado la fertilidad con la virilidad.
No obstante, el hombre tiende a ser más introvertido ante un tratamiento de reproducción asistida. Generalmente, tienen menos necesidad de hablar abiertamente de sus sentimientos, pero también adoptan esta postura para tratar de no preocupar a su pareja. Además, sienten la presión de que parece que siempre se espera de ellos que se mantengan fuertes.
Todo esto lleva a que el hombre evite hablar de todos los relacionado con el tratamiento de fertilidad. Sin embargo, esta estrategia de afrontamiento puede crear malentendidos. La mujer puede interpretarlo como que su pareja se está desentendiendo o que tiene dudas acerca de la paternidad. Esto no tiene por qué ser así y el hombre seguramente desee tener un bebé tanto como ella. Simplemente, son maneras diferentes de afrontarlo.
De este modo, es muy importante entender que posiblemente cada miembro de la pareja pase por esta situación de manera distinta. Por ello, y para evitar los roces y malentendidos, debe haber una buena comunicación entre ambos y siempre desde el respeto.