Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo cómo realizar el aseo del recién nacido:
El baño del recién nacido es uno de los momentos que más dudas genera en los padres. Puede hacerse a diario, pero no tiene por qué ser así. Con bañar al bebé unas tres veces por semana sería suficiente.
En cuanto al agua, con llenar la bañera unos 15 cm es bastante para que solo queden sumergidas las piernas y un poco del abdomen del bebé.
Por otro lado, lo ideal es que el agua esté a una temperatura de unos 36-37 ºC. Por ello, antes de mojar al bebé, debe hacerse una comprobación (son muy útiles los termómetros de baño) y se introducirá al bebé poco a poco. El ambiente en la habitación debe ser de unos 24 ºC, para que el bebé no pase frío, y las puertas y ventanas deben estar cerradas.
Se puede bañar al bebé con la mano o con una esponja natural suave y con un jabón neutro (o Syndet) específico para bebés. En el caso de realizar un baño diario, no sería recomendable utilizar jabón todos los días para evitar dañar su delicada piel. Además, el baño debe ser corto, de unos 5 minutos (especialmente si el baño es diario o si aún no se ha caído el cordón umbilical).
Posteriormente, es muy importante secar bien al bebé con una toalla suave y limpia. Se debe realizar a pequeños toques, sin frotar y vigilando que se han secado bien los pliegues como axilas, ingles y cuello. También debe prestarse especial atención en dejar bien seca la zona del cordón umbilical.
Seguidamente, se puede aplicar una crema hidratante para bebés con un suave masaje. Hablar y cantar al bebé durante el baño y mientras se le aplica la crema hidratante es muy beneficioso porque ayuda a aumentar el vínculo.
Como última recomendación, es esencial no dejar solo al bebé en ningún momento. Por tanto, hay que preparar y dejar a mano todo lo necesario antes de bañar al bebé.