La leucospermia es la presencia de una cantidad elevada de leucocitos en una muestra seminal. Según estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2010, tiene que haber más de 1 millón de leucocitos por mililitro de semen para que se diagnostique una leucospermia. Para ello, habría que realizar un seminograma en un centro especializado.
La presencia de leucocitos en la muestra es indicativo de que existe una infección o inflamación del tracto urinario o de las vías seminales y se puede producir una disminución de la calidad de la muestra seminal debido a que los leucocitos expulsan especies reactivas del oxígeno para intentar eliminar a los patógenos que se encuentren produciendo la infección.
Para diagnosticar qué tipo de patógeno está produciendo la infección, habría que enviar una muestra de semen y otra de orina del paciente a analizar al laboratorio de microbiología donde realizarán un cultivo de ambos. De esta forma se pueda determinar qué microorganismo es y cuál sería el antibiótico indicado para combatir la infección.
Una vez identificado el microorganismo, se procederá a recetar al paciente el antibiótico indicado. Cuando haya pasado un tiempo después de completar el tratamiento, se podrá repetir el seminograma para valorar si ha disminuido la cantidad de leucocitos en la muestra. Por tanto, la leucospermia es una alteración reversible que no tiene por qué ser motivo de esterilidad permanente.