Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos habla acerca del diagnóstico de la astenozoospermia:
Es bastante frecuente que la astenozoospermia no se diagnostique hasta que la pareja intenta buscar un embarazo de manera natural y este no llega, por lo que acuden a un centro de reproducción asistida. Y es que la astenozoospermia no causa manifestaciones clínicas. El hombre puede mantener relaciones sexuales y eyacular normalmente, desconociendo el problema de movilidad de sus espermatozoides. Por ello, es necesario hacer un seminograma o espermiograma, que es el nombre que recibe el análisis del semen. De este modo, uno de los parámetros que se evalúa en el seminograma es la movilidad de los espermatozoides.
Para ello, se deposita una gota de semen en una cámara de contaje (tipo Markler o Neubauer). Posteriormente, con ayuda del microscopio, se anota cómo es el movimiento de los espermatozoides. A la hora de realizar este estudio es importante ver si los espermatozoides se mueven o no, pero también es importante tener en cuenta cómo se mueven. Por ello, en el análisis de la movilidad de los espermatozoides se atiende a la progresividad, es decir, si los espermatozoides son capaces de avanzar en distancia o no y a la velocidad, ya que los espermatozoides pueden tener un movimiento más rápido o más lento.
La Organización Mundial de la Salud publica unos manuales para la correcta realización del seminograma. Pese a que hay una actualización de 2021, lo cierto es que sigue siendo habitual utilizar los criterios publicados en 2010. Por ello, se dice que el varón presenta astenozoospermia cuando el análisis del semen muestra: Valores inferiores a un 40% de espermatozoides con movilidad total, es decir, progresivos y no progresivos.
O valores inferiores a un 32% de espermatozoides con movilidad progresiva, es decir, espermatozoides que son capaces de avanzar en distancia.
