La única forma para asegurar que una mujer es fértil es el propio embarazo. Actualmente, disponemos de distintas pruebas que nos pueden hacer pensar que hay algún problema. Algunas nos permiten deducir que no se podrá producir un embarazo de forma natural.
Hoy por hoy, existen varios factores que nos permiten estimar si será más o menos probable, ya que muchos dificultan pero no imposibilitan por completo el embarazo. Entre los más valorados se encuentran: la edad, sobretodo de la mujer (más edad menos óvulos de buena calidad); factores ováricos (reserva ovárica disminuida); factores metabólicos (alteraciones tiroideas, prolactina elevada, diabetes, obesidad, hábitos tóxicos,...); trastornos de la coagulación (dificultan la implantación o correcto crecimiento del embrión); factores anatómicos, factores genéticos y factores inmunológicos.
Habitualmente no se inician los estudios hasta los 12 meses de búsqueda. Pero en los casos de mujeres mayores de 35 años, enfermedades genéticas conocidas, menstruación irregular, abortos, cirugía pélvica previa o varones con patología genital, se deberá iniciar antes, para no demorar un tratamiento si fuera necesario.