Hay varios tipos de causas que pueden dificultar la correcta implantación del embrión:
- Problemas uterinos. La presencia de una patología uterina puede condicionar la implantación de los embriones. Siempre se trata de descartar la existencia de la misma (pólipos, miomas, adherencias intrauterinas…) antes de llevar a cabo un tratamiento de reproducción.
- La calidad intrínseca de los embriones transferidos. Los embriones de mayor calidad tienen más posibilidades de implantar.
- Problemas derivados de la ejecución de los tratamientos de reproducción asistida. El ejemplo más claro es la elevación importante (más de 3000 pg/mL) de los niveles de estradiol en sangre.
Lectura recomendada: Fallos repetidos de implantación embrionaria: causas y soluciones.
