En los tratamientos de reproducción asistida (TRA) se utilizan hormonas como FSH, LH, hMG, etc. administradas por vía subcutánea para la estimulación del ovario permitiendo el desarrollo de múltiples folículos respecto a la respuesta única en un ciclo natural.
En los orígenes de la TRA se utilizaban hormonas de origen urinario, procedentes de orina de animales, altamente purificadas. Más adelante, se diseñaron a nivel de laboratorio estas mismas hormonas, denominándolas recombinantes, como es el caso de Puregon.
Desde el punto de vista técnico, las gonadotropinas recombinantes presentan ventajas técnicas y mayor pureza, actividad específica y homogeneidad de respuesta. Desde el punto de vista de la seguridad, aunque hay diferencias claras en el origen, y por tanto en los riesgos de transmisión de enfermedad infecciosa, todas las gonadotropinas disponibles han mostrado ser seguras.
Es desde el punto de vista de la eficacia donde es más difícil establecer diferencias. Muchos de los estudios disponibles son pequeños y no siempre los parámetros de evaluación han sido comparables. La mayoría de los estudios no han podido establecer diferencias, por lo que existen en la literatura científica diversos estudio que tratan de responder básicamente a dos aproximaciones: saber si las FSH recombinantes (FSHr) son mejores que las urinarias y si la hormona recombinante es mejor que la gonadotropina menopáusica humana. Los datos no permiten demostrar que las urinarias o la hMG, solas o en combinación, sean más eficaces que la FSHr, mientras que, por el contrario, las recombinantes han mostrado ser más eficaces que las urinarias purificadas
![Dra. Lydia Pilar Suárez](https://www.reproduccionasistida.org/wp-content/uploads/2020/09/lydia-pilar-suarez-122x122.jpg)