Silvia Azaña, embrióloga de Reproducción Asistida ORG, nos explica en este vídeo las posibles complicaciones de un legrado o curetaje:
El legrado uterino o curetaje es una intervención sencilla y que, por tanto, tiene pocos riesgos, pero sí es cierto que pueden surgir algunas complicaciones.
Una de estas complicaciones sería los daños en el útero, por ejemplo, perforación del útero o desgarro del cuello uterino.
Otra de las complicaciones sería el síndrome de Asherman, que es un síndrome que se originaría por el proceso de cicatrización del útero tras el legrado. Lo que produciría es que las paredes del útero se queden adheridas entre sí, lo que podría desembocar en un problema de infertilidad porque el útero podría quedar deformado y ser incapaz de albergar una gestación.
También pueden aparecer infecciones, bien por el paso de microorganismos desde la vagina al útero o por el abandono de restos de tejido endometrial en el interior del útero. Los síntomas de tener una infección podrían ser fiebre, un flujo con mal olor o un dolor intenso. Ante cualquiera de estos síntomas, la mujer debería consultar a la mayor brevedad posible con el especialista.
Por otro lado, también puede aparecer una hemorragia. Cierto sangrado sí que es normal y habitual después de un legrado uterino, pero habrá que controlar que no sea muy abundante porque podría ser indicativo de una complicación mayor.
Además, es importante tener en cuenta el impacto psicológico que el legrado ha podido tener sobre la mujer, sobre todo, si se ha realizado para extraer los restos embrionarios de un aborto espontáneo.
