Entendemos por aborto bioquímico, cuando existiendo una prueba de embarazo positiva (preferentemente realizada en sangre), se produce la perdida de la gestación sin que se haya podido evidenciar la misma mediante técnicas de imagen (básicamente la ecografía transvaginal).
Está situación no es inherente la fecundación in vitro u a otras técnicas de reproducción asistida, sino que es más común detectarla en estas situaciones. El motivo es que tras las técnicas de reproducción asistida, casi siempre, se realizará una prueba de embarazo en sangre. En parejas que buscan una gestación espontánea se detecta en menos ocasiones porque no se realiza de forma sistemática la prueba de embarazo antes de la menstruación, por lo que esta situación pasa inadvertida. Correspondería a aquellos casos en los que se produce cierto retraso menstrual, pero acaba apareciendo la menstruación (y no se ha llegado a hacer una prueba de embarazo o se ha realizado en orina, y dado que su nivel detección es más bajo, sale negativa). Esto último es lo que denominaríamos en medicina un falso negativo de una prueba. En general, estos retrasos comúnmente suelen atribuirse a algún estado de estrés o ansiedad.