El recuento de folículos antrales (RFA) tiene relación directa con la posibilidad de obtener una buena respuesta ovárica y una buena cantidad de óvulos recuperados tras una estimulación ovárica controlada e inversamente proporcional a la edad de la mujer.
Este conteo de folículos antrales se puede realizar en cualquier momento del ciclo, aunque es más fácil realizar en fase folicular temprana (al inicio del ciclo, del 2º al 5º día) ya que aquí se reduce la posibilidad de observar quistes foliculares o cuerpo lúteo (tejido formado después de que el óvulo sea liberado desde el folículo ovárico).
Los folículos primordiales son los que inician la foliculogénesis en el ovario, evolucionando a folículos primarios, secundarios o preantrales, no identificables por ecografía.
Una proporción de folículos progresa a folículos antrales, sensibles a la hormona foliculoestimulante (FSH) e identificables por ecografía, y progresivamente son los que tienen la posibilidad de alcanzar el estadio preovulatorio.
Ese capital folicular puede cuantificarse a través de la determinación de gonadotrofinas (FSH, estradiol basal, hormona luteinizante), y especialmente por la hormona antimülleriana (AMH), junto con la cuantificación del número de folículos antrales en desarrollo en el ovario por ecografía transvaginal.
Varios autores coinciden que el recuento de folículos antrales por ecografía transvaginal, es el mejor predictor de la respuesta a los ciclos de reproducción asistida.
Sabemos que existe una importante correlación inversa entre la edad de las pacientes y el conteo de folículos antrales. En una mujer menor de 35 años, deberíamos ver un mínimo de 10 folículos antrales entre los dos ovarios por ecografía para considerar este recuento folicular normal y esperar una normorespuesta durante un ciclo de estimulación ovárica para FIV.
Un recuento por debajo de 5-7 folículos antrales entre los dos ovarios se considera sugestivo de baja reserva ovárica.
A partir de los 35 años, se produce el primer pico de bajada de reserva ovárica y a partir de aquí, nuestra reserva comienza a disminuir a un ritmo más acelerado, con lo cual, el recuento de folículos antrales también comenzará a ser más bajo a medida que nuestra reserva ovárica es menor.
