Es una técnica que nos permite descartar los espermatozoides apoptóticos, o seleccionar espermatozoides que no tengan el ADN fragmentado.
Se puede utilizar en muestras seminales de pacientes que vayan a realizar tanto fecundación in vitro (FIV), microinyección intracitoplasmática (ICSI) como inseminación artificial (IA), aunque su limitación es que hay que utilizarlo en muestras con calidad seminal suficiente para que el resultado sea óptimo, ya que la concentración seminal disminuye.
Está indicado para pacientes con alto porcentaje de espermatozoides con ADN fragmentado, con abortos de repetición, mala calidad embrionaria y bajas tasas de fecundación.
Puedes leer el artículo completo en: Fragmentación del ADN espermático y su implicación en la fertilidad ( 95).
Leonor Ortega López
Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia. Cursó el Máster en Reproducción Humana impartido por la Sociedad Española de Fertilidad y la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, es la Directora del Laboratorio de Embriología de Vida Fertility Madrid.
Número de colegiada: 03123-CV