El endometrio es la parte del útero que, cada mes, bajo el influjo de las hormonas ováricas se prepara para recibir a un embrión. Si el embrión llega al endometrio e implanta, este lo nutre y protege. En cambio, si no llega ningún embrión, el endometrio, al final del ciclo por el descenso de las hormonas del ovario, se descama y se produce la regla.
La endometritis es una inflamación a nivel endometrial. Esta, puede ser producida por diferentes causas como tras una intervención o manipulación uterina, tras un parto u aborto, colocación de un DIU… Sin embargo, lo más frecuente es que la endometritis se deba a la infección del tejido por microorganismos que llegan al endometrio por vía ascendente desde la vagina. Entre los microorganismos más habituales se encuentran la clamidia y el gonococo, aunque se han descrito numerosos patógenos en muestras de endometrio con endometritis. Además, según su evolución, la endometritis puede ser aguda o crónica.
Por otro lado, la endometriosis es una enfermedad proliferativa, benigna, pero altamente destructiva del aparato reproductor.
Existen diferentes teorías de porque hay mujeres en las que parte del tejido endometrial aparece en otras localizaciones y bajo el influjo de las mismas hormonas ováricas, prolifera y da lugar a implantes endometriosicos (cuando son pequeños), nódulos (cuando son mayores) y endometriomas (cuando forman quistes en los ovarios). Este tejido endometrial, puede situarse en localizaciones diversas, desde pulmón y pleura, hasta estomago e intestino. Pero la localización más frecuente es a nivel de los ovarios y la trompas. Su localización en los ovarios hace que en su crecimiento se pierda dotación folicular y a nivel tubárico, afecta a su movilidad e incluso puede llegar a obstruirlas.
La evolución de la endometriosis es muy impredecible, existen mujeres con pequeños implantes que no se modifican en años y otras en las que la evolución es rápida, extendiéndose ampliamente en la pelvis. Además, desde un punto de vista clínico, hay pacientes que no tienen ninguna sintomatología, mientras que otras presentan una importante sintomatología, como; fuertes dolores menstruales, dolor abdominal fuera de la regla, dolor en las relaciones sexuales, dolor con la defecación… Otra de las presentaciones más frecuentes es la esterilidad, acompañada o no por otra sintomatología. Por ello, en muy importante, ante una paciente con problemas reproductivos, valorar y estudiar, la presencia de una endometriosis pélvica.
