El test de ovulación es una prueba muy usada por las parejas que están buscando un embarazo, para controlar cuáles son los días más fértiles del ciclo.
En realidad, mujeres que tienen ciclos menstruales regulares no deberían tener ningún problema de ovulación, que suele ser unos 14 días antes de la menstruación; los días de mayor fertilidad son los 3-5 días anteriores y posteriores a la ovulación. En esos días no sólo se libera el ovocito maduro para que se pueda fecundar, sino que todo el cuerpo de la mujer experimenta cambios que llevan a favorecer la fertilización del óvulo y la implantación del embrión: el moco cervical se hace más filante, el cérvix cambia de posición, la temperatura aumenta por el efecto de la progesterona.
Hay muchos indicios que nos pueden ayudar a saber si y cuándo una mujer ovula, pero son muy variables y pueden ser difíciles de interpretar, además de que a veces no todos son evidentes en el momento correcto. Por lo tanto, el uso de test de ovulación específicos resulta más fiable.
De todos los disponibles los de saliva son seguramente los menos usados por su dificultad de interpretación. Los test de ovulación en saliva consisten en recoger una gota de saliva en un cristalito y, una vez secada, mirarla con un apósito visor. Si la saliva se seca formando helechos significa que la mujer está muy cerca de la ovulación (puede ser inmediata o acabar de ocurrir). Este método requiere entrenamiento y una cierta experiencia para poder interpretar correctamente las diferentes formas de cristalización de la saliva, por este motivo puede ser más propenso a errores de valoración.
Las pruebas que se hacen en orina son más fáciles de interpretar porque sólo nos dicen si son positivas o negativas. Estos test detectan la presencia de la hormona LH en orina, que precede de 36 horas la ovulación; por lo tanto, se aconseja empezar a mantener relaciones sexuales desde el momento en que el test se hace positivo.
El mismo mecanismo es válido también para las pruebas de ovulación en sangre: en estos casos se hacen análisis para detectar el aumento de la hormona LH en sangre, que precede de unas 12-36 horas la ovulación. También es posible comprobar que la ovulación haya ocurrido correctamente midiendo los niveles de progesterona en la sangre, que permanecerán elevados desde la ovulación hasta la menstruación siguiente. Los tres tipos de pruebas de ovulación son fiables. Quizás el test en saliva sea él que menos, por su dificultad en la interpretación del resultado, y él en sangre sea el más exacto de todos, aunque como son pruebas que hay que hacer todos los días hasta detectar la ovulación, seguramente los test en orina sean mucho más cómodos que los análisis de sangre.
