Sin lugar a dudas la vitrificación. Esta técnica es la que ha permitido realmente ofrecer la técnica de la preservación femenina con todas las garantías.
Primero de todo sería distinguir las dos técnicas y su historia, así como porque la técnica de congelación convencional era relativamente válida para embriones pero no así para los ovocitos.
Con la técnica de congelación convencional, se utilizan crioprotectores en baja concentración durante un tiempo relativamente largo y un enfriamiento progresivo y lento. Esto provoca a que veces se puedan formar cristales que son letales para las células. Cuanto más grande la célula más posibilidades de formar cristales, y si tenemos en cuenta que el óvulo es la célula más grande del cuerpo humano, se explica porque esta técnica arrojaba unos resultado muy pobres con óvulos.
La técnica de vitrificación consiste en exponer los embriones y óvulos a altas concentraciones de crioprotector en un tiempo relativamente corto y un enfriamiento ultrarrápido (del orden de 20000 ºC/min). Como resultado de este proceso se forma una masa vítrea (de ahi el nombre de vitrificación) evitando la formación de cristales que dañarían la célula.
Por tanto, sin lugar a dudas la vitrificación de óvulos es mejor que la congelación. Esta técnica es la que ha permitido realmente ofrecer la técnica de la preservación femenina de forma estandarizada con todas las garantías.