Sí, es posible. Por ejemplo, puede ocurrir que en el primer seminograma, alguna situación determinada (p. ej. altos niveles de estrés) haya causado una alteración hormonal puntual que, a su vez, haya derivado en problemas en la espermatogénesis. Sin embargo, en el segundo espermiograma, tras cuatro meses, si la situación problemática ya ha sido eliminada, la regulación hormonal habrá vuelto a la normalidad y la producción espermática será normal.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Cómo se diagnostica la azoospermia? – Análisis del semen ( 94).
Andrea Rodrigo
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida, impartido por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Postgrado de Experto en Genética Médica.