Los principales métodos anticonceptivos masculinos son el preservativo y la vasectomía, considerándose este último irreversible puesto que la reversión no siempre es exitosa. Por tanto, no existe un método anticonceptivo masculino reversible similar a la píldora anticonceptiva femenina.
En este sentido, es importante mencionar que es más fácil evitar la ovulación, que es un momento puntual (unos 14 días antes de la regla), y es más complicado actuar sobre el desarrollo de los espermatozoides.
Sin embargo, se está investigando en ciertos métodos anticonceptivos hormonales y no hormonales para el hombre, lo que supone el reto de lograr una buena efectividad, sin que afecte a la libido ni cause problemas de erección y que no posea efectos secundarios ni para el varón ni para la descendencia. No obstante, estos métodos aún están en estudio y se requieren aún más investigaciones acerca de su eficacia y seguridad.