La azoospermia es la ausencia de espermatozoides en el eyaculado. Decimos que es secretora, cuando dicha ausencia se debe a la falta de producción espermática en los testículos (espermatogénesis). Esta alteración espermática puede ser reversible o irreversible.
Cuando nos encontramos con un paciente con una azoospermia secretora lo primero que debemos hacer es completar el diagnóstico con pruebas genéticas, analíticas, ecografía testicular y valoración por un urólogo.
En el caso de pacientes con hiperprolactinemia se debe solicitar resonancia magnética de la silla turca para descartar un posible hiperprolactinoma. En función del resultado, se podría tratar con cirugía si fuera necesario o con bromocriptina.
La gonadotropinas principales son la FSH (Hormona folículo estimulante) y la LH (hormona luteinizante). El aumento de las gonadotropinas de 2-3 veces su valor en cualquier azoospermia es un factor de mal pronóstico que indica que no funciona el epitelio germinal.
La azoospermia reversible se debe más frecuentemente a toma de medicamentos (antiandrógenos o anabolizantes). En estos casos está indicado suspender dicha medicación y esperar al menos 3-6 meses a ver si restablece la espermatogénesis.
Las azoospermias secretoras de origen desconocido son las más frecuentes y no suelen remitir por lo que no se tratan.
