Un embarazo ectópico no es más que una gestación que se anida inapropiadamente en las trompas de Falopio, lo que implica una emergencia médica que puede requerir de tratamiento quirúrgico, además de tener consecuencias en la salud reproductiva de las mujeres.
Esto se debe a que las trompas de Falopio -de mucho menor diámetro y resistencia que el útero- no están preparadas para albergar un embarazo y, con el desarrollo del embrión en esta zona, se puede generar una ruptura de este tejido que tiene mucho riego sanguíneo. Esto desencadenaría una hemorragia que podría suponer un gran riesgo para la mujer.
La inseminación artificial es un tratamiento de reproducción asistida sencillo y poco invasivo, que puede resultar idóneo cuando las causas de los problemas reproductivos se deben al factor masculino. En este tratamiento, básicamente introduce el esperma -previamente preparado- en el útero para, así, favorecer un embarazo. En la mayoría de ocasiones, también se suele suministrar medicamentos a la mujer, que ayuden a promover la ovulación.
Todos los tratamientos de reproducción asistida conllevan a un ligero aumento del riesgo de un embarazo ectópico y la inseminación artificial no es la excepción. Las causas por los cuales se originan este tipo de embarazos no están del todo claras, pero las más aceptadas son las siguientes: en primer lugar, que el hecho de inyectar los espermatozoides directamente en el útero podría afectar al peristaltismo de las trompas (movimiento de las trompas que desplaza al ovulo del ovario al útero), haciendo que éste funcione inadecuadamente y no sea capaz de transportar el ovulo fecundado al útero. La otra causa puede ser que exista una patología en las trompas que las ocluya parcialmente, lo suficiente para permitir el paso del espermatozoide, pero posteriormente no permitir el paso del embrión fecundado.
![Dr. Héctor Iván Izquierdo Urdinola](https://www.reproduccionasistida.org/wp-content/uploads/2023/09/hector-izquierdo-122x122.jpg)