Fernando Abellán-García Sánchez, director de Derecho Sanitario Asesores, nos cuenta si hay diferencias en cuanto a la filiación si una pareja de mujeres tiene un bebé por método ROPA o por otra técnica de reproducción asistida según la nueva ley trans:
El método ROPA no se menciona para nada en la ley trans. Es una cuestión que todo el mundo del colectivo LGTBI sabe que está ahí, pero, hasta ahora, no ha sido recepcionado en ninguna norma.
Lo que sucede es que los centros de reproducción que, hasta ahora, estaban ofreciendo ROPA a las parejas de mujeres casadas tienen en este momento con la ley trans un refuerzo indirecto para también ofrecerlo a las parejas de mujeres que son, simplemente, pareja de hecho y ese referendo es porque al contemplar expresamente la ley trans la posibilidad de inscribir los hijos de parejas de mujeres no casadas, pues está, lógicamente, consolidando esa vía de formación de una familia de una manera más concluyente, de una manera más estable.
Entonces, como digo, sin que se mencione en ningún momento en la ley trans el asunto del ROPA, indirectamente, hay un apoyo.
Ahora bien, sin duda, la mayor consistencia, el mayor respaldo, para que una pareja de mujeres no casadas pueda tener hijos mediante un ROPA, respecto de las que lo están, es la prohibición de discriminación por razón del estado civil. Esto viene tanto en la Ley de Reproducción Humana Asistida como en la Constitución. Nadie puede ser discriminado por el hecho de que se haya casado o se haya dejado de casar o cómo tiene su unión con su pareja y eso es algo que la ley de reproducción no tenía resuelto, porque solo se contemplaba la inscripción de los hijos nacidos de matrimonios de mujeres, pero no de parejas de hecho de mujeres.
Esta, quizá, es la gran novedad. El legislador, en lugar de afrontar este asunto en la Ley de Reproducción Humana Asistida, lo ha afrontado en otra ley distinta, que es la ley trans, donde incluye, esto ocurre a veces con las leyes, unas disposiciones adicionales que hacen ajustes en otras normas del ordenamiento jurídico, en este caso, de la Ley de reproducción, y, de esta forma, ha cambiado el escenario para las parejas de mujeres que se acercan a los tratamientos de fertilidad sin que se haya tocado la ley de reproducción.