La decisión de si se debe administrar vitamina D o no durante el embarazo la tomará el médico en función de los niveles de esta vitamina en la mujer.
Una revisión sistemática encontró que la vitamina D podría reducir el riesgo de bajo peso al nacer y de tener un parto prematuro, mientras que si se administraba junto con calcio reduciría el riesgo de preeclampsia. Sin embargo, esta última combinación incrementaría el riesgo de parto prematuro.
Pese a esto, se concluyó que no hay suficiente evidencia para administrar suplementos de vitamina D a todas las mujeres embarazadas con el fin de mejorar complicaciones obstétricas y neonatales.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Influye la vitamina D en el embarazo y la fertilidad? ( 249).
Silvia Azaña Gutiérrez
Graduada en Biología Sanitaria por la Universidad de Alcalá y especializada en Genética Clínica por la misma universidad. Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Número de colegiada: 3435-CV