Silvia Azaña, embrióloga en Reproducción Asistida ORG, nos cuenta en este vídeo por qué la infertilidad no siempre tiene una causa clara conocida:
Cuando se recibe un diagnóstico de infertilidad, lo primero que se quiere saber es: ¿por qué? Pero, en muchos casos, incluso después de las pruebas, no es posible encontrar una causa concreta. Y eso puede ser muy frustrante.
Se llama infertilidad de origen desconocido cuando, tras realizar el estudio de fertilidad, todo parece estar bien… pero el embarazo no llega. Esto ocurre en alrededor del 10 al 20% de los casos.
El motivo es que la ciencia en cuestión de reproducción asistida ha avanzado muchísimo, pero aún hay factores que no podemos medir o controlar con exactitud, o en los que no podemos intervenir activamente, como el diálogo entre el embrión y el útero en los primeros días de implantación.
Sin embargo, aunque no se identifique un motivo concreto por el que no se consigue el embarazo, hay tratamientos de reproducción asistida que pueden ayudarte a conseguirlo.
Así que, aunque no siempre haya una respuesta clara sobre las causas de la infertilidad, hay opciones y posibles soluciones. La infertilidad de origen desconocido no significa que no haya esperanza, sino que aún no conocemos todos los matices de algo tan complejo como la reproducción humana.
Muchas veces se opta por técnicas como la fecundación in vitro (FIV), que permiten facilitar la fecundación y observar y seleccionar los mejores embriones para transferir o vitrificar (congelar) para aumentar las posibilidades de éxito y de que puedas tener a tu bebé.
En cualquier caso, la incertidumbre puede ser muy dura y genera ansiedad y sensación de pérdida de control. Por ello, te recomendamos acceder a nuestra guía gratuita Fertilidad con Cabeza, porque encontrarás un paso a paso súper detallado con audios y consejos que te darán esa seguridad que necesitas en tu tratamiento de reproducción asistida.
