Los óvulos donados para un proceso de FIV provienen de mujeres jóvenes y sanas. Por tanto, generalmente, sus óvulos son de elevada calidad, lo que conlleva una mayor probabilidad de dar lugar a buenos embriones, susceptibles de implantar y permitir la evolución del embarazo y el nacimiento de un niño sano.
Es por esto que, pese a ser un proceso duro desde el punto de vista ético y emocional, merece la pena porque las tasas de éxito en la mayoría de los casos son superiores a las obtenidas mediante la FIV con óvulos propios.
Puedes leer el artículo completo en: Tasas de éxito con ovodonación: ¿Qué probabilidad de embarazo hay? ( 283).
Zaira Salvador
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Biotechnology degree en la National University of Ireland en Galway (NUIG) y embrióloga con el Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
Número de colegiada: 3185-CV