La inseminación artificial (IA) es un procedimiento de reproducción asistida que implica la colocación de espermatozoides directamente en el útero de una mujer para aumentar las posibilidades de concepción. Para que la IA sea efectiva, es esencial controlar cuidadosamente el proceso de ovulación y el momento de la inseminación.
El proceso de control de la ovulación en la IA suele seguir estos pasos:
- Estimulación ovárica controlada: en muchas IA, se utiliza medicación para estimular el desarrollo de uno o dos folículos en los ovarios. Esto aumenta las posibilidades de obtener óvulos maduros y de alta calidad para la inseminación.
- Monitoreo de la ovulación: durante el tratamiento, se realizan ecografías y análisis de sangre regulares para controlar el crecimiento de los folículos y determinar el momento óptimo para la inseminación. Esto permite programar la IA de manera precisa.
- Inducción de la ovulación: cuando se alcanza el tamaño adecuado de los folículos, se administra una inyección de hormona hCG (gonadotropina coriónica humana) para inducir la ovulación. Esto asegura que la liberación del/de los óvulo/s ocurra en el momento planificado.
La idea principal es evitar la ovulación espontánea antes de la IA para poder controlar y programar cuidadosamente el proceso. Sin embargo, en casos raros, la ovulación espontánea puede ocurrir antes de lo previsto, lo que puede afectar el plan de tratamiento. En tales situaciones, el equipo médico puede realizar ajustes en el plan de IA o, en algunos casos, cancelar el ciclo actual y programar otro ciclo de tratamiento.
Además, el doctor ha participado en varias publicaciones científicas y ponencia, aparte de realizar cursos de formación complementaria.