Los días fértiles son aquellos en los que manteniendo relaciones sexuales con penetración, un óvulo y un espermatozoide pueden acabar uniéndose y fecundar.
Tenemos que tener en cuenta que el óvulo tiene 24 horas para fecundar desde el momento de la ovulación. Por otro lado, los espermatozoides persisten activos en el aparato reproductor femenino 48 horas, incluso algunos estudios determinan que pueden llegar a permanecer 5 días. También sabemos que la ovulación ocurre unos 14 días antes de la próxima regla.
Con todos estos datos, si nos ponemos a hacer cálculos, las personas que tienen ciclos de 28 días, la ovulación ocurrirá el día 14 del ciclo. Si mantenemos relaciones el día 9 del ciclo, los espermatozoides pueden actuar hasta 5 días después de la eyaculación, siendo día 14 del ciclo y produciéndose la ovulación. Por lo que el día 9 puede ser un día fértil.
Imaginemos ahora que una persona tiene los ciclos más cortos o que por una irregularidad puntual ovula antes. En estos casos, los días fértiles podrían ser antes del día 9, coincidiendo así con días que aún se estar menstruando.
La implantación del embrión en el endometrio ocurre 6-7 días después de la fecundación, por lo que podría incluso darse 12 días después de haberse mantenido las relaciones. Aunque las relaciones se hayan mantenido con la regla, al pasar este periodo, ya no hay sangrado en el momento de la implantación, y si el endometrio está receptivo puede producirse un embarazo.
En conclusión, sí que pueden coincidir los días fértiles con la menstruación. Aunque tengamos ciclos regulares normales o largos, siempre puede haber una ovulación previa a lo esperado. Por consiguiente, si no se desea una gestación, debemos usar algún método anticonceptivo también durante la regla.