En este sentido existe una gran controversia. En cualquier caso, a pesar de la poca evidencia y la gran variabilidad de los estudios*, la conclusión más aceptada es que el agua puede favorecer la dilatación por reducir el dolor, pero no el parto. De hecho, muchos estudios indican que el parto propiamente dicho en el agua podría resultar arriesgado para la salud del bebé.
*Con “variabilidad de los estudios” nos referimos a que hay condiciones y aspectos muy variantes como la temperatura del agua, la profundidad y el momento de la inmersión, etc.
Te recomiendo consultar este enlace para obtener más datos: ¿En qué consiste el parto en el agua?
Lectura recomendada: El parto natural: el proceso paso a paso, ventajas y desventajas.
