La inseminación artificial es una técnica sencilla mediante la cual se introducen los espermatozoides de la pareja o de donante en la cavidad uterina.
Una vez que se ha realizado la estimulación del ovario o se ha hecho el ciclo sin medicación (ciclo natural), la paciente se administrará un fármaco para que se produzca la ovulación 36 horas después.
El día que se realiza la inseminación, el varón acudirá al centro 2 horas antes de la hora prevista de la inseminación para recoger la muestra y que pueda ser preparada en el laboratorio. En el caso de usar muestra procedente de donante de semen, se descongelará la muestra antes de hacer la inseminación y se preparará de igual manera en el laboratorio.
La inseminación se suele realizar en la consulta y no requiere ninguna preparación especial. La paciente se colocará en posición ginecológica y mediante un espéculo como el que se usa en las citologías, el Ginecólogo localizará el cuello del útero. Mediante una cánula se introducirá la muestra de semen previamente preparada en el laboratorio a la cavidad uterina. Este proceso no suele ser doloroso y suele durar menos de 5 minutos. En casos de estrechamientos del canal del cuello u otras características, puede ser algo más costoso y por tanto, llevará más tiempo.
Tras el mismo, la paciente se quedará 20-30 minutos en reposo para posteriormente irse del centro con las instrucciones hasta el día del test de embarazo. El reposo después de realizar la inseminación no es obligatorio, ya que no ha demostrado que mejore la tasa de embarazo.
